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Tao Te Ching
En homenaje al Sensei Mischihisa Itaya
Profundo agradecimiento a Claudio Jurado quién fundó en El Hoyo, Chubut, donde hoy habitamos con mi familia, un Centro de Estudio de Karate bautizándolo " Doyo Sensei Itaya"
¡Mundo Chico!

viernes, 29 de junio de 2012

1

El Tao que puede ser expresado, no es el Tao eterno.
El nombre que puede ser definido no es el nombre inmutable.
La no-existencia es el antecedente del cielo y de la tierra;
La existencia es la madre de todas las cosas.
Desde la la eterna no-existencia contemplamos serenamente el misterioso principio del Universo;
Desde la eterna existencia vemos con claridad las distinciones aparentes.
No-existencia y existencia idénticas en su origen; sólo se diferencian al hacerse manifiestas.
Esta identidad se llama profundidad. La infinita profundidad es la fuente de origen del Universo.

2

Cuando comprendemos que la belleza es bella, la fealdad existe entonces.
Cuando comprendemos que la bondad es buena, entonces existe el mal.
Así, existencia sugiere no-existencia;
Lo fácil es ocasión de lo difícil.
Lo corto deriva de lo largo por comparación.
Lo bajo se distingue de lo alto por posición.
Resonancia armoniza sonido.
¨Después¨ va en pos de ¨antes¨.

Por esto, el Sabio actúa sin acción y enseña sin palabras.

3

No aplaudiendo al ilustre, preservamos al hombre de rivalidad.
No valorando lo precioso, lo protegemos de la codicia.
No revelando lo deseable, lo mantenemos lejos de confusión.
Por consiguiente, el Sabio gobierna:

Vaciando el corazón del hombre;
Llenando su estómago;
Debilitando su ambición
Y fortaleciendo sus huesos.

Lo protege siempre de conocer lo que es malo, y de desear lo que es bueno, y así no permite el triunfo del astuto.
Gobierna por medio de la no-acción, luego, nada hay que no sea gobernado.

4

El vacío de Tao no es fácil de colmar.
En su profundidad parece ser el origen de todas las cosas.
En su hondura semeja permanecer siempre.
Desconozco de dónde proviene;
Mas se ve como predecesor de la Naturaleza.

5

Ni el cielo ni la tierra muestran parcialidad.
Para ellos, las cosas semejan perros de paja.
El Sabio no muestra su bondad;
Para él, el hombre semeja un muñeco de paja.

El espacio entre el Cielo y la Tierra es como un fuelle.
Aunque vacío en apariencia, todo lo contiene;
Cuanto más se le mueva, más surgirá de él.

Aquel que más habla, más pronto se agota.
Es mejor guardar lo que hay dentro de uno mismo.

6

El Valle y el Espíritu nunca mueren
Ambos forman la Madre Mística
En cuyo vientre tienen origen el Cielo y la Tierra.
Este origen parece permanecer siempre.
Se usa y nunca llega a ser consumido.

7

El Cielo es eterno; la Tierra, permanente.
Son eternos y permanentes pues no buscan en sí mismos la razón de su existencia;
Por ello, perduran.
Igualmente, el Sabio se mantiene rezagado y es el primero;
Porque se olvida de sí, por esto sobrevive.
¿No es a causa de su desinterés por lo que su propio interés es realizado?