Cuanto más lento e inactivo sea un gobierno, más feliz y próspero será un pueblo.
Cuanto más exigente sea un gobierno, más a disgusto estará el pueblo,
Pues en el sufrimiento se forja la felicidad,
Y en la felicidad se esconde la desgracia.
¿Cómo conoceremos al mejor gobierno?
Sólo cuando éste no aplica correctivos.
De otro modo la rectitud se convertirá en astucia,
Y el bien en mal.
Los hombres han ignorado por mucho tiempo estas verdades.
Luego el Sabio es afilado, pero no corta;
Anguloso, pero no hiere;
Recto, sin imponer su rectitud;
Brillante, sin deslumbrar.
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