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Tao Te Ching
En homenaje al Sensei Mischihisa Itaya
Profundo agradecimiento a Claudio Jurado quién fundó en El Hoyo, Chubut, donde hoy habitamos con mi familia, un Centro de Estudio de Karate bautizándolo " Doyo Sensei Itaya"
¡Mundo Chico!

viernes, 29 de junio de 2012

1

El Tao que puede ser expresado, no es el Tao eterno.
El nombre que puede ser definido no es el nombre inmutable.
La no-existencia es el antecedente del cielo y de la tierra;
La existencia es la madre de todas las cosas.
Desde la la eterna no-existencia contemplamos serenamente el misterioso principio del Universo;
Desde la eterna existencia vemos con claridad las distinciones aparentes.
No-existencia y existencia idénticas en su origen; sólo se diferencian al hacerse manifiestas.
Esta identidad se llama profundidad. La infinita profundidad es la fuente de origen del Universo.

2

Cuando comprendemos que la belleza es bella, la fealdad existe entonces.
Cuando comprendemos que la bondad es buena, entonces existe el mal.
Así, existencia sugiere no-existencia;
Lo fácil es ocasión de lo difícil.
Lo corto deriva de lo largo por comparación.
Lo bajo se distingue de lo alto por posición.
Resonancia armoniza sonido.
¨Después¨ va en pos de ¨antes¨.

Por esto, el Sabio actúa sin acción y enseña sin palabras.

3

No aplaudiendo al ilustre, preservamos al hombre de rivalidad.
No valorando lo precioso, lo protegemos de la codicia.
No revelando lo deseable, lo mantenemos lejos de confusión.
Por consiguiente, el Sabio gobierna:

Vaciando el corazón del hombre;
Llenando su estómago;
Debilitando su ambición
Y fortaleciendo sus huesos.

Lo protege siempre de conocer lo que es malo, y de desear lo que es bueno, y así no permite el triunfo del astuto.
Gobierna por medio de la no-acción, luego, nada hay que no sea gobernado.

4

El vacío de Tao no es fácil de colmar.
En su profundidad parece ser el origen de todas las cosas.
En su hondura semeja permanecer siempre.
Desconozco de dónde proviene;
Mas se ve como predecesor de la Naturaleza.

5

Ni el cielo ni la tierra muestran parcialidad.
Para ellos, las cosas semejan perros de paja.
El Sabio no muestra su bondad;
Para él, el hombre semeja un muñeco de paja.

El espacio entre el Cielo y la Tierra es como un fuelle.
Aunque vacío en apariencia, todo lo contiene;
Cuanto más se le mueva, más surgirá de él.

Aquel que más habla, más pronto se agota.
Es mejor guardar lo que hay dentro de uno mismo.

6

El Valle y el Espíritu nunca mueren
Ambos forman la Madre Mística
En cuyo vientre tienen origen el Cielo y la Tierra.
Este origen parece permanecer siempre.
Se usa y nunca llega a ser consumido.

7

El Cielo es eterno; la Tierra, permanente.
Son eternos y permanentes pues no buscan en sí mismos la razón de su existencia;
Por ello, perduran.
Igualmente, el Sabio se mantiene rezagado y es el primero;
Porque se olvida de sí, por esto sobrevive.
¿No es a causa de su desinterés por lo que su propio interés es realizado?

8

La suma bondad es como el agua. El agua favorece a todas las cosas, pues no busca el poder. Permanece en los lugares que otros desdeñan. Por eso se asemeja a Tao.
En el vivir, halla el placer de la vida;
En el sentir, encuentra el sentimiento;
En la amistad, armoniza con todos;
En las palabras, es verdadero;
En el gobierno, es justo;
En el trabajo, conforme;
En la acción, oportuno.

Así, al no haber lucha, no existe el daño

9

Abandonemos las cosas a sí mismas; no las llevemos a su extremo.
Una hoja continuamente afilada agota su filo.
Un vestíbulo lleno de oro y jade es muy difícil de guardar.
Riquezas, honores y orgullo llevan en sí mismos la destrucción.
Tras haber adquirido mérito y reputación, es oportuno retirarse:
Ese es el Tao del Cielo.

10

¿Puedes guardar tu alma siempre alejada del error?
¿Puedes regular tu respiración hasta llegar a ser tan suave y dócil como un niño?
¿Puedes limpiarte y purificarte hasta quedar libre de falta?
¿Puedes amar al pueblo y gobernarlo por medio de la no-acción?
¿Puedes abrir y cerrar las puertas de la Naturaleza como una hembra?
¿Puedes conocer y penetrar todo sin conocimiento?

11

Treinta rayos convergen en el cubo de una rueda;
Y de esta parte, en la que no hay nada, depende la utilidad de la rueda.
La arcilla se modela en forma de vasos,
Y, precisamente por el espacio donde no hay arcilla es por lo que podemos utilizarlos como vasos.
Abrimos puertas y ventanas en las paredes de una casa, y por estos espacios vacíos podemos utilizarla.
Así pues, de un lado hallamos beneficio en la existencia;
Del otro, en la no-existencia.

12

Los cinco colores pueden cegar la vista a un hombre;
Los cinco sonidos, apagar su oído;
Los cinco gustos, dañar su paladar.
La caza convierte en fiera al hombre,
Y todo lo difícil le hace cruel.
Luego el Sabio hace provisión para el estómago y no para el ojo.
Rechaza lo último y persiste en lo primero.

13

¨El favor y la desgracia son como el miedo; la fortuna y el desastre son como nuestro cuerpo¨.
¿Qué significa ¨el favor y la desgracia  son como el miedo¨?. El favor es un privilegio, y la desgracia un mal. Lo mismo al lograrlos que al perderlos, permanecemos en el temor. Luego favor y desgracia son como el miedo.
¿Qué significa ¨la fortuna y el desastre son como nuestro cuerpo¨? A éste debemos ambas. Si no lo tuviéramos ¿cómo nos podrían sobrevenir?
Luego aquel que considera al mundo como considera a la fortuna de su propio cuerpo, puede gobernar al mundo. Aquel que ama al mundo como ama a su propio cuerpo, se le puede confiar el mundo.

14

Aquello que miramos y no podemos ver es lo simple.
Lo que escuchamos sin oír, lo tenue.
Lo que tentamos sin asir, lo mínimo.
Lo simple, lo tenue, lo mínimo,
Se conjugan en el Uno.
Este,
Revelado, no deslumbra;
Oculto, no pierde luz;
Infinito, no puede ser definido;
Retorna a la no-existencia.
Es la forma de lo que carece de forma,
Y la imagen de la no-existencia;
Es llamado el misterio.
Ve a su encuentro, mas no verás su rostro;
Síguelo, mas no lograrás ver su espalda.
Si no abandonas el Tao del pasado,
Serás dueño de la existencia presente
Y conocerás el origen del pasado.
Esto es la clave de Tao.

15

Antiguamente, el perfecto hombre de Tao era sutil, penetrante y tan profundo, que difícilmente puede ser comprendido. Ya que no puede ser comprendido, voy a intentar describirlo:
Es cauto, como quien cruza un arroyo en invierno;
Prudente, como quien teme a su vecino;
Modesto, como un huésped;
Flojo, como el hielo que se deshace;
Sencillo, como un madera no trabajada aún;
Vacío como un valle;
Oscuro, como las aguas turbias.
¿Quién puede aclarar lo oscuro, cuando ello deviene lentamente en luz?
¿Quién puede aquietar lo turbio, cuando ello se aclara con lentitud?
¿Quién puede impulsar lo estancado, cuando ello progresa pausadamente?
Quien sigue estos principios no desea la plenitud.
Porque no ha alcanzado la plenitud, por eso, al declinar, se renueva.

15

Antiguamente, el perfecto hombre de Tao era sutil, penetrante y tan profundo, que difícilmente puede ser comprendido. Ya que no puede ser comprendido, voy a intentar describirlo:
Es cauto, como quien cruza un arroyo en invierno;
Prudente, como quien teme a su vecino;
Modesto, como un huésped;
Flojo, como el hielo que se deshace;
Sencillo, como un madera no trabajada aún;
Vacío como un valle;
Oscuro, como las aguas turbias.
¿Quién puede aclarar lo oscuro, cuando ello deviene lentamente en luz?
¿Quién puede aquietar lo turbio, cuando ello se aclara con lentitud?
¿Quién puede impulsar lo estancado, cuando ello progresa pausadamente?
Quien sigue estos principios no desea la plenitud.
Porque no ha alcanzado la plenitud, por eso, al declinar, se renueva.

16

Conserva como meta el vacío absoluto;
Permanece en estado de perfecta paz;
Todas las cosas entran en la existencia,
Y desde allí las vemos regresar.
Contempla las cosas que florecen;
Cada una vuelve a su origen.
Regresar al origen se llama paz;
Es la regresión al destino.
El regreso al destino se llama eternidad.
El que conoce la eternidad se llama iluminado.
El que desconoce la eternidad está abocado a la miseria.
Conociendo la eternidad, lo abarca todo.
El que todo lo abarca es grandioso.
Siendo grandioso es omnipresente.
Si es omnipresente, es supremo.
Siendo supremo, alcanza al Tao.
Aquel que alcanza el Tao es inmortal.
Aunque su cuerpo muera, nunca perecerá.

17

Los grandes jefes pasan inadvertidos para el pueblo;
Los menos grandes son adulados y requeridos;
Los menos aún, temidos,
Y los pequeños, despreciados.
Donde no hay fe,
Nada puede ser alcanzado por la fe,
Y entonces se recurre a las palabras.

18

Cuando el gran Tao se pierde, surgen la rectitud y la bondad.
Cuando el conocimiento y la sagacidad aparecen, hay grandes hipócritas.
Cuando las relaciones no son armoniosas, se habla de hijos filiales y padres devotos.
Cuando hay confusión y desorden en los pueblos, se habla de patriotismo.
Allí donde está Tao, reina el equilibrio;
Cuando Tao se pierde, surge la falsedad.

19

Renuncia al conocimiento y no tendrás dolor.
Renuncia a la sabiduría y arroja la erudición, y el pueblo será más beneficiado largo tiempo.
Renuncia a la benevolencia y rechaza la rectitud, y los hombres retornarán al deber filial y al amor paterno.
Renuncia al engaño y arroja la usura, y no habrá más bandidos y ladrones.
Sin embargo, estas cuatro normas, si las consideramos como cultura, no serán suficientes.
Por eso, deja al hombre que actúe libremente.
Conserva sencillez y preséntate sincero.
Restringe el egoísmo y reduce los deseos.

20

Entre el sí y el no ¿cuánta es la diferencia?
Entre el bien y el mal ¿cuánta es la diferencia?
Sin embargo, es difícil no temer lo que otros temen:
Desconocemos el poder del mal.
Los hombres viven la vida como si disfrutasen de una gran fiesta,
O como si subiesen a una torre en primavera.
Solo yo permanezco tranquilo, sin mostrar deseos;
Como un niño que todavía no es capaz de sonreir;
Desamparado, sin hogar.
Los demás viven en la abundancia:
Sólo yo parezco necesitado.
Mi espíritu es posiblemente el de un loco,
¡Tan ignorante y confuso!
Los vulgares parecen brillantes:
Sólo yo parezco gris.
Los vulgares saben discernir:
Sólo yo parezco torpe;
Indiferente, como quien se oculta;
A la deriva, sin asidero alguno.
Todo el mundo parece tener algo que cumplir;
Sólo yo parezco ser inepto y desmañado;
Sólo yo soy distinto de los demás.
Pero encuentro paz y soporte en la Madre que me nutre.

21

La gran virtud se manifiesta, pero sólo siguiendo a Tao.
Tao es a la vez invisible e intangible.
Invisible e intangible, pero tiene formas en sí;
Invisible e intangible, pero posee substancia;
Sutil y oscuro, mas no carece de esencia.
Esa esencia, siendo invariablemente verdadera, es fiel en sí misma.
A través de los tiempos ha mantenido su pureza.
Y ha sido el origen de todo lo existente.
¿Cómo puedo conocer que está en relación con el origen de todo?
Por esto...

22

Sé humilde y te conservarás entero.
Flexible, y te mantendrás recto;
Vacío, y permanecerás lleno;
Consúmete, y serás renovado;
Al que menos tenga, más se le dará;
Al que más tenga, más le será restado.
Por esto el Sabio considera al Uno norma del Universo.
No se exhibe, luego sobresale;
No se celebra, luego es advertido;
No se ensalza, luego merece elogio;
No se vanagloria, luego es insigne;
Y porque no lucha, nadie en el mundo puede luchar contra él.
¨Sé humilde y te conservarás entero¨, dice un antiguo proverbio.
¿Pueden estas palabras considerarse vanas?
En verdad que el humilde conservará su entereza.

23

Ser parco de palabras es lo natural.
Un fuerte viento no puede durar toda una mañana;
Una lluvia torrencial no puede durar todo un día.
¿De dónde provienen estas cosas sino del cielo y de la tierra?
Si el cielo y la tierra no pueden durar eternamente, ¿cómo un hombre?
El discípulo de Tao se identifica con Tao.
El discípulo de la virtud se identifica con la virtud.
El discípulo del abandono se identifica con el abandono.
Identificado con Tao, será acogido por Tao.
Identificado con la virtud, será acogido por la virtud.
Identificado con el abandono, será acogido por el abandono.

24

Un hombre sobre la punta de sus pies no puede guardar el equilibrio;
Un hombre que camina a grandes zancadas no irá muy lejos;
Un hombre que se exhibe no puede sobresalir;
Un hombre que se celebra pasará inadvertido;
Un hombre que se vanagloria no es excelso.
Estos, comparados con Tao, son como:
¨Exceso en el alimento y desenfreno en la acción¨
Siempre son tenidos por reprobables;
Luego el hombre de Tao los ignora.

25

Hay algo inherente y natural,
Que existió antes del cielo y de la tierra.
Inmóvil e insondable,
Permanece solo y jamás se modifica;
Lo llena todo y nunca se extingue;
Lo podemos considerar Madre del Universo.
No conozco su nombre;
Pero me veo forzado a darle un nombre:
Lo llamo Tao, el trascendente.
Que trasciende significa que avanza;
Avanzar es llegar lejos;
Llegar lejos, retornar.
Luego Tao es supremo, el cielo es supremo, la tierra es suprema y el Hombre es supremo.
Hay en el Universo cuatro cosas supremas, y el hombre es una de ellas.
El hombre acata las leyes de la tierra.
La tierra acata las leyes del cielo.
El cielo acata las leyes de Tao.
Y Tao, las de su propia naturaleza.

26

Lo de más peso es la base de lo de menos peso.
Lo inmóvil es el poder que domina al movimiento.
Luego el Sabio, aunque viaje todo el día,
Nunca se aleja de su punto de partida.
Aunque viva rodeado de magnificencia,
Nunca pierde paz.
¿Cómo es posible, entonces,  que un príncipe dueño de diez mil carros guerreros se comporte tan ligeramente?
Ser ligero es perder base.
Agitarse es perder dominio.

27

Un buen caminante no deja huellas;
Un buen orador no se equivoca;
Un buen calculador no necesita instrumentos de cálculo;
Un buen guardián no necesita ni rejas ni cerrojos,
Y, sin embargo, es imposible abrir lo que él cerró.
El que sabe atar no hace uso de cuerdas ni de nudos.
Y, sin embargo, es posible desunir lo que él ha unido.
Aunque el hombre obrase mal ¿por qué rechazarle?
Por eso el Sabio es siempre un salvador del hombre,
Y no rechaza a ninguno;
Es un salvador de las cosas,
Y ninguna es rechazada.
A esto llamamos doble entendimiento.
Luego el hombre bueno es maestro del malo,
Y el malo, la ocasión de la bondad;
Y aquel que no estime a su maestro,
Y no ame la ocasión de la bondad,
Aunque diligente, estará confuso.
En esto reside la sutileza esencial.

28

El que conoce el principio masculino pero se atiene al principio femenino
Es como un cauce que atrae todo el Universo hacia él;
Siendo el cauce del Universo, mantiene su integridad,
Y regresa nuevamente a su origen.
El que conociendo lo blanco es fiel a lo negro
Se convierte en norma del mundo;
Siendo la norma del mundo, posee la eterna virtud que no vacila,
Y regresa nuevamente al absoluto.
El que conociendo el honor permanece fiel a la humildad
Será el valle que reciba en él al Universo;
Siendo el valle del Unverso,
Posee la eterna virtud que es siempre suficiente,
Y regresa nuevamente a la totalidad.
Esta totalidad, al dividirse, dará origen a numerosos recipientes, que en las manos del Sabio tendrán cada uno su función;
Sin embargo, la función más importante no requiere discrimación.

29

Si un hombre intenta darle forma al mundo,
Modelarlo a su capricho, difícilmente lo conseguirá.
El mundo es un vaso divino
Que no se puede modelar
Ni retocar.
El que lo modela, lo deforma,
El que porfía en él, lo pierde.
Por esto el Sabio no intenta modelarlo, luego no lo deforma.
No insiste en él, luego no lo pierde.
Porque algunos van delante, otros detrás.
Unos permanecen callados mientras otros hablan.
Unos son fuertes, otros, débiles.
Algunos medran; otros perecen.
Luego el Sabio evita el exceso, la extravagancia y la complacencia.

30

El que intenta gobernar por medio de Tao no utiliza la fuerza de las armas.
Sólo le guía el deseo de servir, y no de imponer su poder sobre otros.
Cuando haya cumplido su propósito, no se jactará,
Ni será altivo, ni se enorgullecerá de ello;
Pensará que era éste su deber.
De este modo hará el bien sin recurrir a la violencia.
Cuando las cosas llegan a su extremo, comienzan a declinar.
Eso está contra Tao.
Lo que está contra Tao camina rápidamente a su fin.

31

En lo que concierne a las armas, éstas son instrumentos de mal presagio, no son instrumentos para el hombre de Tao.
Porque a los actos de armas responderá la violencia.
Donde acuartelan los ejércitos, sólo crecen espinos y zarzas.
Grandes guerras son seguidas por años de escasez.
El hombre de Tao utiliza como sitio de honor, en su hogar, la izquierda, y para las armas, la derecha.
Hace uso de las armas sólo en los casos inevitables.
En sus conquistas, no halla placer.
Si hallase placer en ellas, significaría que se recreaba en la matanza de hombres.
El que se recrea en la matanza no verá cumplida su voluntad.

32

Tao fue siempre una noción sin nombre.
Cuando hubo necesidad de mencionarlo, entonces, se le dio un nombre.
El que sabe dar nombres debería saber que existe lo innominable.
Conociendo esto, conoce lo que no perece.

33

El que conoce a los otros es hábil;
El que se conoce a sí mismo, sabio.
El que conquista a los otros es fuerte;
El que se conquista a sí mismo, poderoso.
El que sabe contentarse es rico.
El que mantiene su propósito es firme.
El que no se desvía, permanece.
El que puede morir, mas no perece, tendrá longevidad.

34

El Gran Tao fluye por todas partes, hacia la izquierda y hacia la derecha.
Todas las cosas existen por mediación suya, y él no las rechaza.
Al dar es espléndido, no exige retribución.
Ama y nutre todas las cosas, pero no domina sobre ellas.
Es siempre no-existente, por lo que puede ser llamado pequeño.
Todas las cosas regresan a él, pero él no las reclama como su dueño; por esto puede ser llamado grande.
Porque nunca asume su grandeza, la grandeza está con él.

35

El que se atiene a la Gran Forma, hallará la plenitud;
Vivirá en paz, en salud y en armonía.
Músicas y regalos hacen detenerse al caminante;
Pero Tao es tan puro, que carece de sabor:
Si lo contemplamos, no podemos verlo;
Si lo escuchamos, no logramos oirlo.
Sin embargo, si bebemos de él, nunca se agotará.

36

Antes de ceñir algo, debe primero desceñirse;
Antes de ser débil, es necesario ser fuerte;
Antes de demoler, hay que edificar;
Para recibir, hay que haber dado primero;
A esto llamamos doble sabiduría.
Lo tierno y lo débil vencen a lo duro y lo fuerte.
Los peces deben ser dejados en la profundidad del estanque;
Y las armas cortantes de una nación, donde no puedan ser vistas por nadie.

37

Tao está siempre inactivo, y, sin embargo, nada hay que no haga;
Si príncipes y reyes le siguiesen, las cosas se desarrollarían por sí mismas.
Luego que las cosas se han desarrollado, se disponen a la acción;
Esta se aminora por la Simplicidad esencial.
En orden de hacerlas libres del deseo.
Y así, las cosas, liberadas de su deseo de acción, hallarán la paz.
Y el mundo, por su propia iniciativa, será enmendado.
Por muy insignificante que parezca la Simplicidad, ni el Universo entero podrá rendirla.
Si príncipes y reyes fuesen sus discípulos,
El Universo entero se postraría a sus pies;
El cielo y la tierra se unirían para enviarles suave rocío;
Los hombres, libres de gobierno, vivirían en la armonía.
Se lograrían méritos y se completarían asuntos.
Al lograr esto, sentirían que habían obrado según su naturaleza.

38

La virtud superior no se tiene a sí misma por virtud;
La virtud inferior se mantiene aferrada a su virtud;
Luego no la posee.
La virtud superior parece inactiva y, sin embargo, nada hay que no haga;
La virtud inferior actúa y deja sin hacer las cosas.
La bondad superior carece de intenciones.
La justicia superior actúa con un motivo.
La virtud ritual requiere su observancia y presiona a los hombres hasta que logra someterlos.
Luego, cuando se pierde el Tao, sólo queda la virtud;
Cuando se pierde la virtud, sólo queda la bondad;
Cuando se pierde la bondad, sólo queda la justicia;
Cuando se pierde la justicia, sólo queda el rito.
El rito es,  pues, la sombra de la virtud y el comienzo del caos.
La virtud inferior es sólo apariencia – flor -  de Tao y comienzo de la locura.
Luego el hombre verdaderamente grande se atiene a lo sólido y no a lo ligero.
Recoge el fruto y  no la flor.
Rechaza lo último y persiste en lo primero.

39

Desde antiguo, los seres que han alcanzado el Uno son:
El cielo por el Uno tuvo la claridad;
La tierra por el Uno tuvo la estabilidad;
El Espíritu por el Uno tuvo la actividad;
El Valle por el Uno tuvo la plenitud.
Por el Uno, todos los seres entraron en la existencia;
Por el Uno, reyes y príncipes gobernaron el mundo.
Si el cielo no fuese puro, podría desgarrarse;
Si la tierra no fuese estable, podría derrumbarse;
Si el Espíritu no fuese activo, dejaría de existir;
Si el Valle no fuese pleno, se consumiría.
Sin la potencia creadora de la vida, los seres se extinguirían.
Si reyes y príncipes no fueran gobernantes podrían ser depuestos.
El noble debe formarse en términos del humilde.
El de alta posición debe considerar al inferior como su fundamento.
Por tanto, reyes y príncipes se llaman a sí mismos ¨el ignorante¨, ¨el injusto¨, ¨el indigno¨.
¿No significa esto que toman al humilde como su origen?
Lo que el hombre desprecia más es la ignorancia, la injusticia y el deshonor,
Y, sin embargo, reyes y príncipes los utilizan como títulos de nobleza;
Luego el honor más alto es carecer de él.
Así los reyes se crecen rebajándose;
Se rebajan al intentar crecer.
El príncipe no debe ser sobrestimado como una joya única,
Ni despreciado como los guijarros innumerables.

40

Regresar es el impulso de Tao.
Suavidad es la función de Tao.
Todas las cosas del Universo provienen de la existencia,
Y la existencia, de la no-existencia.

41

Si los más altos espíritus oyen hablar de Tao,
Siguen su senda.
Si los espíritus mediocres oyen hablar de Tao,
Parecen, a veces, aceptarlo y, otras, abandonarlo.
Si los espíritus inferiores oyen hablar de Tao,
Ríen en alta voz.
Esta risa nos indica la grandeza de Tao.
Luego el proverbio dice:
¨Tao siendo luz, aparece oscuro;
La virtud superior es vacía como un valle.
El blanco más blanco carece de color.
La virtud más perfecta parece insuficiente;
La virtud más sólida parece frágil;
La naturaleza más simple, parece mudable.
El cuadrado más ilimitado no tiene ángulos;
El vaso más inmenso es difícil de llenar.
El sonido más alto es difícil de oir;
La forma vasta que no puede visualizarse.
 Tao es oculto, no tienen nombre¨
Pero en Tao todas las cosas se realizan.

42

Tao produce el Uno; el Uno produce el dos; el dos produce el tres; y el tres produce todas las cosas.
Todas las cosas van desde la sombra (YIN) hacia la luz (YANG);
Y son armonizados por el soplo divino (CH´I).
Lo que otros enseñan, yo también enseño:
¨El osado y el violento no morirán de muerte natural¨
Consideraré esta máxima como mi adoctrinador.

43

Lo no-existencia es capaz de penetrar en lo impenetrable.
Por esto conozco que la no-acción es útil.
Enseñar sin palabras, ser útil sin acción;
Pocos han hecho esto en el mundo.

44

La fama o tú mismo: ¿qué es para ti más íntimo?
Tú, o tus riquezas: ¿qué amas más?
Ganar o perder: ¿qué te hace más desgraciado?
El exceso de amor por cualquier cosa lleva a la prodigalidad.
Grandes riquezas serán seguidas de grandes despojos.
El hombre que se contenta no padece desgracias;
El que sabe detenerse evita el peligro.
Su vida será larga.

45

La máxima perfección parece imperfección;
Pero en su uso, nunca se agota.
La mayor plenitud semeja vaciedad;
Mas en su uso nunca se agota.
La rectitud máxima parece tortuosa;
La destreza mayor, torpeza.
La elocuencia mayor, tartamudeo.
La actividad supera el frío;
La quietud, al calor.
Sólo a través de pureza y quietud es posible regir al universo.

46

Cuando Tao reina en el mundo,
Los caballos más veloces se usan para arrastrar carros de estiércol.

Si no reina,
Los caballos de guerra pastan en los campos.

No hay crimen más enorme que perseguir los deseos;
No hay mayor miseria que no conocer el contento,
Ni mayor calamidad que entregarse a la codicia.
Luego el contento de saberse satisfecho producirá contento.

47

Sin ir más allá de nuestra puerta,
Podemos conocer el mundo entero.
Sin asomarnos a a ningún balcón,
Contemplar el Tao del cielo.
Cuanto más nos alejamos,
Menos conocemos.
Luego el Sabio todo lo conoce sin trasladarse;
Todo lo ve sin haberlo mirado;
Todo lo cumple sin haberlo ejecutado.

48

Quien persevere en el estudio aumentará sus conocimientos día a día;
Quien persevere en Tao los perderá día a día.
Por la continua pérdida
Llegará a la no-acción;
Por la no-acción todo se cumple.

49

El Sabio no posee un ¨yo¨propio;
Hace del ¨yo¨ajeno el suyo.
Con el bueno obra bien;
Con el malo obra bien,
Y así alcanza el Bien.
Con el justo es justo,
También lo es con el injusto,
Y así alcanza la Justicia.
El Sabio vive en paz y reina en la simplicidad.
Y cuando todos le miran y escuchan
Considera a todas las criaturas como una madre a sus propios hijos.

50

El hombre que vive demasiado, muere antes.
Las partes (proporciones) de la vida son tres de diez. Las partes proporcionales de la muerte también son tres de diez. Los hombres que desde el nacimiento se encaminan hacia la muerte son también tres de diez. ¿Por qué? Porque aman la vida con demasiada intensidad. Los que no persiguen vivir, no son esclavos de la muerte. Aquel que de verdad sabe conservar su vida, cuando viaja no encuentra tigres ni rinocerontes, y si lucha, no es vulnerable a las armas. No halla el rinoceronte donde embestir sus cuernos, ni el tigre donde clavar sus garras, ni las armas tienen donde hundir su filo. ¿Por qué? . Porque no busca los peligros de muerte.

51

Tao produce las cosas;
La virtud las nutre.
Se manifiestan en formas distintas
Y fluyen hacia su perfección.
Por esto todas las cosas honran a Tao
Y estiman la virtud, no por coacción, sino siempre por propio acuerdo.
Honran a Tao y estiman la virtud
Por natural inclinación.
Luego Tao las produce, alimenta, desarrolla y protege.
Una vez existentes, no las rechaza.
Las mantiene, pero no se adueña de ellas.
Actúa sobre ellas y no se apropia de su voluntad.
Las educa y no las domina.
Cuando se han logrado, no las reclama.
Como no las reclama, no las pierde.

52

El principio del Universo puede ser considerado como la Madre.
Conociendo a la Madre, el hombre conocerá a los hijos;
Aunque conozca a los hijos, prefiere a la Madre.
Entonces, a pesar de que su cuerpo decaiga, no perecerá.
Si mantiene cerrados sus labios y cierra sus puertas,
No se debilitará;
Pero si abre su corazón al deseo y ama la acción,
No podrá salvarse.
Percibir la pequeñez de las cosas es ser perspicaz;
Mantenerse en lo débil, ser fuerte.
Usa tu luz, pero apaga su brillo.
En esto reside el Tao eterno.

53

Dejadme poseer el conocimiento puro y andar por el gran camino (Tao)
Pues temo apartarme de él.
El gran camino es llano y fácil;
Pero la gente prefiere los atajos.
Mientras palacios reales son bien atendidos,
Los campos están llenos de zarzas,
Y los graneros vacíos.
Vestir trajes suntuosos,
Llevar afiladas armas,
Saciarse de bebidas y alimentos,
Poseer riquezas excesivas,
Es inducir al robo.
¿No es esto desviarse de Tao?

54

El que planta profundamente no verá remover lo plantado;
El que abraza con firmeza no suelta con facilidad;
Hijos y nietos continuarán sus sacrificios ancestrales por infinitas generaciones.
Si cultiva el Tao para sí, su virtud será verdadera;
Si la cultiva en familia, su virtud será abundante:
Si lo cultiva en su pueblo, su virtud será duradera;
Si lo cultiva en su nación, su virtud será completa;
Si lo cultiva en el mundo, su virtud será universal.
Así, por la virtud del hombre conocemos al hombre;
Por la virtud de una familia conocemos a la familia;
Por la virtud de un pueblo conocemos al pueblo;
Por la virtud de un Estado, conocemos al Estado;
Por la virtud del mundo conocemos al mundo.
¿Cómo sé que el mundo debe ser de este modo (gobernado por Tao)?
Mediante la observación.

55

El que ha sido dotado de plena gracia es como un niño.
Ningún insecto venenoso clava su aguijón;
Ninguna bestia salvaje le ataca;
Ningún ave de rapiña cae sobre él.
Sus huesos son frágiles; sus tendones, débiles;
pero su abrazo es fuerte.
No conoce la unión de varón y hembra, mas posee la plenitud de su sexo.
Vitalmente, es perfecto.
Puede gritar sin quedar ronco:
Porque posee la armonía,
Y el que conoce esta armonía conoce lo duradero.
Conocer lo duradero es acercarse a la claridad.
Vivir intensamente conduce a la desdicha.
Dejando palpitar al corazón, nos acercamos a la muerte.

56

Lima las aristas,
Suprime lo divisible,
Empaña lo que brilla,
Confúndete con lo que es tan humilde como el polvo.
Esta es la verdadera igualdad,
Que no se puede conocer,
Ni se puede enajenar,
Ni ser beneficiada,
Ni ser dañada,
Ni ser exaltada,
Ni ser adulterada.
Luego es la cosa más valiosa del mundo.

57

Aunque se gobierne una nación con rectitud,
Y se luche en las guerras con astucia,
El reino se deberá alcanzar por la no-acción.
Este es el único modo de alcanzarlo.
No hay otro posible.
¿Cómo sé que esto es cierto?
Así:
Cuantas mas restricciones y prohibiciones haya,
Más pobre será el pueblo.
Cuantas más armas,
Más confusión.
Cuanta más industria,
Más objetos inútiles.
Cuantas más leyes y reglamentos,
Más bandidos y ladrones.
Luego el Sabio dice:
Si yo me entrego a la no-acción, los hombres aprenderán a desenvolverse por sí mismos.
Si yo me entrego a la quietud, los hombres hallarán la rectitud por sí mismos.
Si no establezco normas, los hombres se beneficiarán.
Si yo me libero de deseos, los hombres permanecerán sencillos.

58

Cuanto más lento e inactivo sea un gobierno, más feliz y próspero será un pueblo.
Cuanto más exigente sea un gobierno, más a disgusto estará el pueblo,
Pues en el sufrimiento se forja la felicidad,
Y en la felicidad se esconde la desgracia.
¿Cómo conoceremos al mejor gobierno?
Sólo cuando éste no aplica correctivos.
De otro modo la rectitud se convertirá en astucia,
Y el bien en mal.
Los hombres han ignorado por mucho tiempo estas verdades.
Luego el Sabio es afilado, pero no corta;
Anguloso, pero no hiere;
Recto, sin imponer su rectitud;
Brillante, sin deslumbrar.

59

Para regir al hombre y servir al cielo, el Sabio sólo utiliza la moderación;
Pues sólo la moderación ha podido ser conforme al Principio (Tao).
Esta conformidad primaria es intensa acumulación de virtud.
Con virtud intensamente acumulada no hay nada imposible de vencer.
Como no hay nada que no pueda vencer, nadie conocerá su poder.
Si nadie conoce su poder, puede tomar posesión de un pueblo.
Porque sus actos se identifican con la Madre, al gobernar al pueblo lo hará por muchos años.
Por esto sabemos que está hondamente arraigado y firmemente apoyado, y que conoce el camino de la longevidad y de la inmortalidad.

60

Gobierna un gran Estado como asarías a un pez pequeño: con suavidad.
Deja que Tao reine en el mundo, y los espíritus perderán su mágico poder.
No porque no sigan siendo poderosos,
Sino porque su poder no dañará a los hombres.
Ni ellos dañarán al hombre,
Ni el poder del Sabio dañará al pueblo.
Como ninguno de ellos daña a nadie.
La virtud residirá en ambos.

61

Un gran Estado es como un cauce muy hondo (hacia el que todos los ríos fluyen). Es el valle del mundo y lo femenino del mundo. Lo femenino sujeta a lo masculino por la pasividad, que es el modo de ocupar el lugar inferior.
Así, un gran Estado se humilla ante uno pequeño con el fin de someterlo, y uno pequeño se humilla ante uno grande con el fin de conquistarlo para él. Luego unos se humillan con el fin de ser más poderosos, y otros con el fin de ser más extensos. El deseo de un gran Estado es gobernar sobre el mayor número de hombres, y el de uno pequeño, ser más útil.
Y así, al considerar que ambos pueden obtener sus deseos, el más grande es el que debería humillarse.

62

Tao es la fuente de todas las cosas, el tesoro del hombre bueno y el refugio del malo.
En la coronación de un emperador y en el nombramiento de los ministros, mejor aún que los que envían tributos de joyas y corceles está el que envía a Tao.
¿Porqué los antiguos estimaban a Tao? Porque mediante su búsqueda el culpable encuentra paz. Por esta razón se le considera lo más valioso del mundo.
Las buenas palabras procuran honores; las buenas acciones engrandecen al hombre.

63

Practica la no-acción, emprende lo no factible, gusta lo insípido.
El Sabio desea no-desear y no aprecia lo difícil de conseguir.
No aprendiendo, aprende; pero analiza lo que a otros pasa inadvertido.
Así, deja a las cosas crecer por sí solas, y no se aventura a la acción.
Considera lo pequeño como grande; lo poco, como mucho;
Lo fácil como difícil;
Lo grande, como pequeño.
Todo lo difícil empieza siendo fácil,
Y toda cosa grande empieza siendo pequeña.
El árbol que no pueden rodear los brazos de un hombre crece de un tierno brote;
La alta torre surge de un puñado de tierra;
Un viaje de cien millas empieza a nuestros pies.
Luego el Sabio no emprende grandes cosas, y alcanza la grandeza.
El que promete con facilidad, difícilmente mantendrá su promesa.
Al que fáciles le parecen las cosas, difíciles se le harán.
Luego el Sabio considera las cosas como si fuesen difíciles,
Y así no hallará dificultades.

64

Lo inmóvil es fácil de retener.
Lo que aún no es manifiesto es fácil de evitar.
Lo frágil es facil de quebrar.
Lo pequeño es facil de dispersar.
Trata con las cosas antes de que entren en la existencia.
Regula las cosas antes de que se confundan.
El hombre vulgar fracasa en vísperas del triunfo.
Si cuidas el final tanto como el principio, no fracasarás. 

65

Antiguamente, los versados en Tao no utilizaban éste para despertar sabiduría en los hombres,
Sino que lo usaban para  volverlos a la simplicidad.
Es difícil gobernar a los que saben demasiado;
Luego, regir un país aumentando su conocimiento es destrozarlo.
Regir un país disminuyendo el conocimiento es bendecirlo.
El que se atiene a estos principios conoce la norma.
Atenerse a la norma es poseer la virtud sublime.
La virtud sublime es infinitamente profunda y extensa.
Parece el reverso de las cosas.
Pero ella consigue la paz suprema.

66

Tao es para el Universo como los cauces y los valles son para  los ríos y los mares,
Los ríos y los mares reinan sobre los valles porque sus aguas descienden hasta su hondura.
Y así reinan sobre los valles.
Luego el Sabio, para superar a los hombres, debe mantenerse debajo de ellos.
Para conducirlos, colocarse detrás,
Y así, aunque esté arriba, los hombres no sentirán su peso;
Aunque los adelante, no sentirán su estorbo.
El mundo aprecia mantenerlo en alto lugar, y no se cansa de él.
A causa de que no lucha, nadie lucha contra él.

67

Me dicen: ¨Grande como es Tao, y, sin embargo, carece de forma¨
Porque es grande, por eso carece de forma. Si pudiésemos darle una forma, habría perdido su grandeza.
Poseo tres tesoros que cuido y que guardo:
El primero es amor.
El segundo, moderación.
El tercero, anulación.
El que ama es valiente.
El moderado tiene reservas.
El que se anula, puede colocarse en el primer puesto.
Mas hoy se prefiere el valor a la dulzura.
La ambición, a la moderación.
La acción, a la anulación.
Pero éstas sólo conducen a la muerte.
Mas el que lucha con amor, vencerá.
El que se defiende con amor, será seguro.
El cielo lo salvará y protegerá por el amor.

68

El mejor soldado no es violento.
El mejor guerrero no es cruel.
Un gran conquistador no combate.
Un gran general se mantiene debajo de sus hombres.
Esta es la virtud de la no-violencia.
Este es el modo de conducir al hombre.
Esta es la suprema unión con el cielo.

69

Un antiguo estratega ha dicho:
¨No deseo ser anfitrión, prefiero ser huésped¨
¨No quiero avanzar ni una pulgada si debiera retroceder un pié¨.
Es decir:
No deben mandarse las tropas como si no las hubiera.
No subirse las mangas como si no se tuvieran brazos.
No atacar por las armas.
Tener en cuenta al enemigo.
No hay peor mal que subestimar las fuerzas del enemigo.
Subestimar sus fuerzas es estar a punto de perderse.
Así, al encontrarse dos ejércitos, vencerá el compasivo.

70

Las palabras tienen un origen; los hechos, una ley.
Mis palabras son fáciles de comprender y fáciles de seguir,
Y, sin embargo, nadie las comprende y nadie las practica.
Es la sabiduría la que impide al hombre acercarse a mi.
Son pocos los que me siguen, porque estoy más allá de toda alabanza.
Por ello el Sabio se cubre con una tela tosca, pero guarda joyas en su seno.
Conoce su valor, pero no lo ostenta.
Se ama a sí mismo, pero no se tiene en alta estima.
Rechaza lo último y se ciñe a lo primero.

71

Es más perfecto desconocer la propia sabiduría.
El conocerla es como padecer un mal.
Solamente cuando se sabe que se padece de este mal se puede ver uno libre de él.
El Sabio no padece de este mal, puesto que reconoce que lo padece.

72

Si los hombre no temen a la autoridad, mayores males recaerán sobre ellos.
Aseguradles una vivienda amplia,
Y una vida abundante.
Solamente cuando termine su esterchez,
Terminará su descontento.

73

Aquel cuyo valor se manifiesta en la osadía, perecerá.
Aquel cuyo valor se manifiesta en la prudencia, se salvará.
Conocer estas verdades es saber distinguir entre la una, buena, de la otra, dañina.
¿Cómo podríamos conocer el juicio del cielo?
El Tao del cielo no lucha, mas siempre obtiene la victoria.
No habla, pero siempre tiene respuesta.
No reclama, pero las cosas llegan por sí mismas.
Permanece pensativo, pero tiene proyectos.
Vasta es la red del cielo, y sus mallas holgadas.
Mas nada se le escapa.

74

Si el hombre no teme a la muerte, ¿con qué fin amenazarle con la muerte?
Supongamos que teme a la muerte y que podemos castigarle con la muerte:
¿quién osaría entonces hacerlo?
Sólo el Supremo Ejecutor.
El que da muerte en lugar suyo es como el aprendiz de carpintero que intenta serrar en lugar de su maestro. Difícilmente podrá evitar cortar su propia mano.

75

El pueblo está hambriento. Porque sus gobernantes lo agobian de impuestos, está hambriento. El pueblo es rebelde. Debido a la intromisión de sus gobernantes, es rebelde. El pueblo no teme a la muerte. Porque desea con ansia vivir, no teme a la muerte.

76

Cuando el hombre está vivo, es tierno y flexible;
Cuando muere, duro y rígido.
Animales y plantas, cuando nacen son frágiles y tiernas,
Y al morir quedan mustias y secas.
Luego lo duro y lo rígido pertenecen a la muerte;
Lo tierno y lo flexible, a la vida.
Por esto el soldado duro no vence en las batallas y el árbol rígido es quebrado por el viento.
El lugar del fuerte y del grande es bajo; el del débil y tierno, alto.

77

El Tao del cielo, ¿no es como tender un arco?.
La parte superior baja, y la inferior sube; disminuye la longitud
y aumenta la anchura
El Tao del cielo, así, arrebata a los que tienen demasiado y da a los que carecen de lo suficiente.
El Tao del hombre, por el contrario, toma del pobre para aumentar la fortuna del rico.
¿Quién teniendo lo suficiente lo pone al servicio del que no lo tiene?. Sólo el que posee a Tao. Luego el Sabio no atesora.
Cuanto más ayuda a los demás, más se beneficia.
Cuanto más da, más tiene.
El Tao del cielo puede ayudar y nunca perjudica.
El Tao del Sabio actúa, pero nunca contiende.

78

Las cosas más débiles del mundo pueden superar a las más fuertes.
Nada en el mundo puede compararse al agua por su naturaleza blanda y débil, pero cuando ataca a lo duro y lo fuerte, demuestra ser más poderosa que éstos.
Esto puede comprobarse.
Lo débil puede vencer a lo fuerte, y lo flexible a lo rígido.
Todos conocemos esta verdad, y, sin embargo, parecemos ignorarla y no la practicamos.
Por esto el Sabio dice:
El que soporta los baldones de un país, puede ser su jefe.
El que soporta las calamidades del país puede ser su rey.
Ciertas son estas palabras,
Aunque parezcan paradójicas.

79

A un gran odio debe corresponderse con amor.
De otro modo, aunque el odio cese, siempre dejará huella.
¿Puede terminar esto felizmente?
Por ello el Sabio prefiere el lado izquierdo en un acuerdo, y no le preocupa lo que hagan los demás.
El virtuoso acude al acuerdo;
El rencoroso al exceso de acción.
¨El Tao del cielo no tiene preferencias:
Se mantiene siempre del lado del que obra bien.¨

80

Imaginemos que gobierno un pequeño país de pocos habitantes.
Mis súbditos tendrían embarcaciones que no utilizarían.
Les enseñaría a temer a la muerte y a no alejarse.
Por muchos carruajes que hubiese, no viajarían en ellos.
Aunque tuviesen armas y corazas, no las mostrarían.
Les llevaría de nuevo al uso de cuerdas con nudos – en lugar de escritura -.
Encontrarían sabroso su alimento;
Ricos sus vestidos;
Cómodas sus casas;
Felicidad en sus costumbres.
Aunque los reinos vecinos se hallasen tan cerca
Que pudiesen oír el ladrido de los perros y el canto de los gallos,
Los hombres de este pequeño reino no desearían nunca abandonarlo.

81

Las palabras no denotan sabiduría.
La sabiduría no reside en las palabras.
El hombre de mérito no es vanidoso.
El vanidoso no es hombre de mérito.
El hombre virtuoso no contiende.
El que contiende no es virtuoso.
El que posee conocimientos no ama la sabiduría.
El que ama la sabiduría no posee conocimientos.
Por esto el Sabio no exhibe su grandeza.

...

Si el lector aspira a no volver a enredarse en laberintos
Sugiero retome desde la primera página